lunes, julio 17, 2006

¤° Meriel °¤

Antaño, en la Edad de las cuatro lunas ....en tiempos de Dragones que escupían fuego y Hechiceros de mirada sabia que invocaban conjuros, de armoniosos Elfos que custodiaban los bosques y Duendes burlones que se reían escondidos entre las sombras, de hermosas princesas enamoradas y heroicos caballeros que blandían espadas, de grandiosos castillos que se alzaban erguidos en las cimas más altas y damas que vivían sumergidas en lagos encantados, en aquellos tiempos de asombrosas fábulas y maravillosos seres, yo y los míos teníamos una misión.

Velábamos el profundo letargo de los párvulos mortales mientras manteníamos al sol guardado en un cajón, y viajábamos a sus sueños para alimentar sus fantasías. Escoltábamos a las lunas en su guardia nocturna para cuidar del sueño de los dormidos y ayudábamos a los insomnes en su tarea de espantar al miedo. Guiábamos a los audaces caballeros en sus viajes de retorno al hogar tras las cruentas batallas y orábamos por los caidos, guardabamos en un arcón bajo llave el llanto de sus amadas y éramos el bálsamo de sus recuerdos. Llenábamos los rios de nenúfares para que los Duendes perdidos lograran llegar hasta sus casas.

En tiempos de Grifos y Gárgolas, de Enanos y Doncellas de trenzas largas, yo moraba en el Reino encantado del Bosque, dormía en el pequeño agujero de un árbol al que peinaba las hojas al amanecer, respondía al nombre de Meriel, hija de Arko y Zor y pertenecía a la raza de las Hadas de Luz.