sábado, marzo 31, 2007

La Princesa Eithlinn.

Esta historia trata de que Balor, el rey de Fomorian, había oído en una profecía Druídica que él seria asesinado por su nieto.
Su único hijo era una pequeña niña llamada Ethlinn.
Para evitar el presagio él, la encarcelo en un alto torreón que mando construir en un promontorio escarpado, el Tor Mor en Isla de Tory.
Puso a la muchacha a cargo de doce matronas, que fueron encargadas estrictamente de impedirle que viera la cara de un hombre en su vida, o incluso enseñarle que no había ningún ser de diferente sexo al suyo.
En este aislamiento Ethlinn creció y se convirtió en una doncella de superior belleza.
Ocurrió que había en el continente tres hermanos, a saber, Kian, Sawan, y Goban el herrero, el gran armero y artificiero del mito irlandés,
Kian tenia una vaca mágica, cuya leche era tan abundante que todo el mundo quería poseerla, y el tenia que guardarla bajo una estricta protección.
Balor decidió que el poseería esa vaca.
Un día Kian y Sawan vinieron a la fragua para recoger algunas armas que habían encargado para ellos; habían traído acero fino para ese propósito.
Kian entro en la fragua y dejo a Sawan a cargo de la vaca.
Balor apareció ahora en escena, asumiendo la forma de un pelirrojo muchacho, y le dijo a Sawan que el había oído por casualidad a los hermanos dentro de la fragua preparar un plan para usar todo el acero fino para sus propias espadas, dejando el metal común para las de Sawan.
Este ultimo, lleno de rabia, le dio el ronzal de la vaca al muchacho y entro corriendo dentro de la fragua para poner fin a esta vil estratagema.
Balor se llevo la vaca inmediatamente, y la arrastro hacia el mar a la Isla de Tory. Kian entonces determino vengarse de Balor, y con este fin busco consejo de una druidesa llamada Birog.

Vistiéndose con ropas de mujer, fue llevado con hechizos mágicos por el mar, donde Birog, que le acompañaba, represento ante los guardianes de Ethlinn que eran dos nobles señoras que habían llegado hasta la costa escapando de un raptor, y rogaron por un refugio.
Fueron admitidos; Kian encontro el medio de tener acceso a la Princesa Ethlinn mientras las matronas fueron puestas por Birog bajo el hechizo de un letargo encantado, y cuando despertaron Kian y la Druidesa habían desaparecido cuando vinieron.
Pero Ethlinn le había dado su amor a Kian, y pronto sus guardianes averiguaron que ella iba a tener un niño.

Temiendo la ira de Balor, las matronas la persuadieron de que toda la transacción no era más que un sueño, y no dijo nada sobre eso; pero a su debido tiempo Ethlinn dio a luz tres hijos en un nacimiento.
Las noticias de este hecho llegaron a Balor, y enojado y temeroso ordeno que los tres infantes fueran ahogados en un remolino lejos de la costa irlandesa.
El mensajero que fue encargado de llevar a cabo esta orden envolvió a los niños en una sabana, pero al llevarlos al lugar fijado el alfiler de la sabana se soltó, y uno de los niños cayo en una pequeña bahía, conocida actualmente como "Port na Delig", o el Puerto del Alfiler.
Los otros dos bebes fueron ahogados como estaba previsto, y el sirviente informo que su misión había sido cumplida.
Pero el niño que había caído en la bahía fue protegido por las Druidesas, que lo llevaron a la casa de su padre, Kian, y Kian lo dio en acogida a su hermano el forjador, que le enseñó su propio oficio al niño y consiguió que fuera un experto en cualquier tipo de habilidad y trabajo manual.
Este niño era Lugh.
Cuando creció y se convirtió en un joven, los Danaans lo pusieron a cargo de Duach, "la Oscuridad", Rey de la Gran Llanura (El país de las hadas, o "La Tierra de los Vivos", que también es la Tierra de los Muertos), y aquí habitó hasta que alcanzó la virilidad.